La Alianza por Honduras, ante el intervencionismo del señor José Miguel Insulza en los asuntos internos de Honduras, manifiesta:
1. Que condena su actuación abusiva y de injerencia contra lo convenido en el Acuerdo de Tegucigalpa/San José, documento logrado gracias a los buenos oficios de la agil y ponderada diplomacia de los Estados Unidos de América;
2. Que las declaraciones del señor Insulza dadas en Ecuador, desafiando el acuerdo interno de los hondureños, compromete una vez más la imagen y seriedad de la Organización de los Estados Americanos, por lo cual, en nombre del pueblo hondureño lo declaramos persona non grata;
3. En consecuencia pedimos al Gobierno Constitucional de la República que no lo vuelva a admitir en el territorio nacional, por ser indigno del cargo que ocupa; y que no autorice una asamblea general de la OEA en Honduras, pues no somos miembros de esa organización ni los hemos invitado;
4. Al Tribunal Supremo Electoral le pedimos que no invite funcionarios de la OEA como observadores a nuestro proceso electoral, pues la Secretaría General actualmente está sometida a la influencia de la corriente chavista;
5. A los representantes de la prensa internacional pedimos objetividad en su información, pues la posible distorsión estimula la violencia de grupos chavistas en Honduras;
6. Ratificamos que no existe título legal, moral ni político para atender la pretensión artificiosa del señor Zelaya de volver a la Presidencia de la República, por ser inconstitucional y tener cuentas pendientes con la justicia.
1. Que condena su actuación abusiva y de injerencia contra lo convenido en el Acuerdo de Tegucigalpa/San José, documento logrado gracias a los buenos oficios de la agil y ponderada diplomacia de los Estados Unidos de América;
2. Que las declaraciones del señor Insulza dadas en Ecuador, desafiando el acuerdo interno de los hondureños, compromete una vez más la imagen y seriedad de la Organización de los Estados Americanos, por lo cual, en nombre del pueblo hondureño lo declaramos persona non grata;
3. En consecuencia pedimos al Gobierno Constitucional de la República que no lo vuelva a admitir en el territorio nacional, por ser indigno del cargo que ocupa; y que no autorice una asamblea general de la OEA en Honduras, pues no somos miembros de esa organización ni los hemos invitado;
4. Al Tribunal Supremo Electoral le pedimos que no invite funcionarios de la OEA como observadores a nuestro proceso electoral, pues la Secretaría General actualmente está sometida a la influencia de la corriente chavista;
5. A los representantes de la prensa internacional pedimos objetividad en su información, pues la posible distorsión estimula la violencia de grupos chavistas en Honduras;
6. Ratificamos que no existe título legal, moral ni político para atender la pretensión artificiosa del señor Zelaya de volver a la Presidencia de la República, por ser inconstitucional y tener cuentas pendientes con la justicia.
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