lundi 2 novembre 2009

Analisis del Acuerdo Tegucigalpa/San José en el marco del diálogo Guaymuras

Castellano - En Français par Honduras Démocratique

Por: Dr. Álvaro Albornoz

Doctor en Derecho Constitucional - Profesor Universitario Venezolano


Por fin después de un largo trajinar fue suscrito, el 30 de octubre de 2009, el Acuerdo Tegucigalpa/San José en el marco del Diálogo Guaymuras, por las dos comisiones nombradas, una por el Presidente Constitucional de HONDURAS Roberto Micheletti, y la otra por el ex Presidente Manuel Zelaya, para resolver el conflicto político existente desde el 28 de junio de 2009 en la nación centroamericana.

Luego de la firma de este histórico Acuerdo Político, he recibido centenares de peticiones de hermanos hondureños para que dé mi opinión al respecto, la cual procedo a expresar en este breve análisis.

Muchos están preocupados, otros se muestran desconcertados, algunos se encuentran muy molestos y muchos celebran el Acuerdo. Ante toda esta discusión es necesario que estudiemos el alcance de los resultados del Diálogo de Guaymuras, para colocarlo en sus justas dimensiones.

En primer lugar, me siento satisfecho porque fueron acogidas prácticamente todas las recomendaciones que hice el 12 de octubre en el artículo titulado “Claves para resolver el conflicto en HONDURAS”.

En segundo lugar, el Acuerdo implica un reconocimiento y un triunfo del diálogo como mecanismo para alcanzar la paz y una derrota de las formas violentas promovidas por la denominada Resistencia hondureña y por los gobiernos de Chávez y Ortega. Este Acuerdo Político tiene como objetivo restablecer la convivencia ciudadana y lograr el camino hacia la paz, la reconciliación y la democracia.

En tercer lugar, el Diálogo Guaymuras constituye un reconocimiento a la legitimidad y legalidad de todas las instituciones hondureñas y un espaldarazo a la soberanía de HONDURAS como nación libre de injerencias indebidas. Asimismo, significa una confesión por parte del ex presidente Zelaya de sus irregularidades administrativas al reconocer expresamente en el punto 1 del Acuerdo que no había cumplido con la obligación de remitir a consideración del Congreso Nacional el proyecto de Presupuesto General de Ingresos y Egresos, tal como lo ordena el artículo 205, inciso 32 de la Constitución. Igualmente, el pacto suscrito reconoce la legitimidad de las actuaciones del Presidente Micheletti al señalar que el gobierno de unidad y reconciliación nacional que se debe nombrar, funcionará sobre la base del Presupuesto General recientemente aprobado por el Congreso Nacional y que fue elaborado precisamente por el equipo de gobierno de Micheletti. Asimismo, se deja claro que mientras el Congreso decide sobre la restitución o no de Zelaya, el gobierno de unidad y reconciliación nacional estará bajo la presidencia de Don Roberto Micheletti, ya que al no señalarse nada en contrario, indirectamente se reconoce el actual status quo.

En cuarto lugar, el Acuerdo también significa un apoyo contundente a la posición que han venido sosteniendo tanto el Presidente Micheletti como todos los Poderes Públicos e Instituciones hondureñas, en el sentido de que el llamado a la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente de la forma como lo estaba haciendo Zelaya, era inconstitucional y violatorio del ordenamiento jurídico interno. Se ratifica la existencia de los artículos pétreos o irreformables de la Constitución, entre los que se encuentran, la prohibición absoluta de la reelección presidencial, por ser violatoria del principio de alternabilidad democrática. Por lo que, ambas partes establecieron la inconstitucionalidad de las actuaciones de Zelaya previas a los sucesos del 28 de junio.

En quinto lugar, se acuerda, tal como lo proclamaba el gobierno constitucional de Micheletti, el reconocimiento pleno de las elecciones generales legalmente convocadas para el 29 de noviembre y se autoriza la participación de las misiones internacionales de observadores, con lo cual todas las naciones del mundo reconocerán la legitimidad del nuevo Presidente de HONDURAS. Con esto se tira por la borda los llamados a desconocer las elecciones y a sabotearlas que venían haciendo los seguidores de Zelaya.

En sexto lugar, se reafirma el reconocimiento a las Fuerzas Armadas hondureñas como garantes del libre ejercicio del sufragio y de la custodia del material electoral. Igualmente, se les considera como una institución de carácter profesional, apolítico, obediente y no deliberante, sin que en ningún momento se les reproche o acuse por alguna actuación ocurrida el 28 de junio. Otro triunfo del gobierno provisional de Micheletti.

En séptimo lugar, en cuanto al punto referente a la titularidad del Poder Ejecutivo, las partes reconocen la legitimidad del Congreso Nacional como ente representante de la soberanía popular, para que sea quién determine el futuro político de HONDURAS. Es decir, los diputados deberán primero, consultar a la Corte Suprema de Justicia y a otras instancias como puede ser la Fiscalía General, la Procuraduría General, el Tribunal Supremo Electoral y el Comisionado de Derechos Humanos, para que estos entes emitan un informe sobre la legalidad de lo ocurrido el 28 de junio; y luego de recibir todos esos informes, el Congreso deberá sesionar y discutir conforme a la ley y a la Constitución de HONDURAS, si procede o no la restitución del señor Zelaya en la presidencia de la República. Claramente se observa, que el Congreso no está obligado a restituir a Zelaya ni a retrotraer la situación política del país. El Congreso debe analizar los informes de los otros entes del Estado, que deben ratificar lo ya señalado en cuanto a la constitucionalidad de la sucesión presidencial y luego revalidar o confirmar su decisión acordada el 28 de junio.

Esta será una sesión histórica para HONDURAS y el mundo entero, donde los diputados deberán dar otra lección de civismo y de democracia a los demás pueblos, sobre todo a los gobernados por déspotas corruptos. La votación debe ser obligatoriamente pública, oral e individual. Cada diputado deberá a viva voz, plenamente identificado con su nombre y apellido y partido político al cual pertenece y frente a las cámaras de televisión, decir si vota a favor de la dignidad y de la democracia de su pueblo o si por el contrario lo traiciona y vende su patria al comunismo internacional y al narcotráfico. Ese voto debe ser otorgado a conciencia y no por dinero. El pueblo estará atento y sabrá cobrar electoralmente cualquier traición. Los diputados demostrarán públicamente su honorabilidad y decencia.

Es importante destacar, que el Congreso no tiene plazo alguno para tomar esta trascendente decisión, por lo que con los pasos administrativos de consultas previas, perfectamente, esta sesión podrá ocurrir mucho después de las elecciones generales que serán reconocidas por la comunidad internacional y que ya no podrán ser suspendidas ni obstaculizadas.

Además, en ninguna línea o párrafo del Acuerdo aparecen escritas las palabras “Golpe de Estado”, con lo cual se reconoce tácitamente y yo diría expresamente, que no hubo un golpe de Estado y que sólo se trata de calmar la malcriadez del comunismo internacional que no entiende cómo funciona un verdadero Estado de Derecho con real independencia de Poderes.

En octavo lugar, con la firma del Acuerdo de Tegucigalpa se levantan todas las sanciones que le habían impuesto injustamente a HONDURAS la comunidad internacional y se reactivan los proyectos vigentes de cooperación. Con lo cual triunfó la sensatez proclamada por el gobierno de Micheletti y el pueblo hondureño y se derrotó la posición antipatriótica y cruel de Zelaya y Patricia Rodas quienes pedían a gritos la estrangulación económica de HONDURAS, cuando cínicamente solicitan el desbloqueo a la dictadura comunista de Cuba.

En noveno lugar, se designa una comisión de verificación del Acuerdo, la cual debe respetar la Constitución hondureña y las leyes internas y también se exige a la comunidad internacional el respeto a la soberanía de la República de HONDURAS y al principio de no injerencia en los asuntos internos de otros Estados. Con esto se le asesta un duro golpe a las naciones que violando los tratados internacionales pretendieron violar la soberanía hondureña, con lo cual el mismo Zelaya pone en entredicho la actuación por ejemplo de Brasil y Venezuela en el conflicto hondureño.

En décimo lugar, se crea una Comisión de la Verdad para esclarecer los hechos ocurridos antes y después del 28 de junio de 2009.

En undécimo lugar, se establece como fecha improrrogable de traspaso de gobierno al nuevo Presidente electo, el día 27 de enero de 2010, con lo cual se descarta toda posibilidad de alargar el período de gobierno en el supuesto negado de que Zelaya fuera restituido en el poder, como lo sostenían sus seguidores.

En conclusión, podemos afirmar categóricamente que el Acuerdo suscrito fue un triunfo de los factores democráticos encabezados por el Presidente Constitucional Roberto Micheletti y una derrota estruendosa para el eje del mal encabezado por Hugo Chávez y sus títeres internacionales, quienes pretendían desconocer la Constitución hondureña y la legitimidad de todas sus instituciones, y más aun pretendían vulnerar la soberanía catracha. Esperamos que el mundo respete el Acuerdo y no permita su saboteo.

Ahora le toca al pueblo hondureño demostrar su vocación democrática y acudir masivamente a votar el próximo 29 de noviembre y celebrar con entusiasmo este triunfo de la democracia. HONDURAS nuevamente marca un hito en la historia de la humanidad y se consolida como la bandera de la libertad y la dignidad, dictando cátedra en Derecho Constitucional y dando ejemplo de moral y civismo. ¡VIVA HONDURAS! ¡Patria de Héroes Libertarios!

Dr. Álvaro Albornoz
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Français
Analyse de l’Accord de Tegucigalpa / San José, dans le cadre du dialogue de Guaymuras

Par: Maitre Álvaro Albornoz

Docteur en Droit Constitutionnel - Professeur Universitaire Venezuelien

Enfin, après un long travail, l'Accord de Tegucigalpa / San José, dans le cadre du Dialogue de Guaymuras a été signé le 30 Octobre 2009, par les deux commissions nommées ; pour l'une par le Président Constitutionnel du HONDURAS Roberto Micheletti, et pour l'autre, par l'ex président Manuel Zelaya, afin de résoudre le conflit politique existant depuis le 28 Juin 2009, dans la nation d'Amérique Centrale.

Après la signature de cet Accord Politique historique, j'ai reçu des centaines de demandes de mes frères honduriens, me priant de donner mon opinion sur ce sujet, ce que j’exprime dans cette brève analyse.

Nombreux sont ceux qui s’inquiètent, pour d'autres c’est la confusion, certains sont très bouleversés et beaucoup d’entre eux se réjouissent de l'Accord. Face à tout ce débat, il est nécessaire d'étudier la portée des résultats du Dialogue de Guaymuras, pour le placer dans ses véritables dimensions.

Dans un premier temps, je suis satisfait, car presque toutes les recommandations que j'ai fait le 12 Octobre dans l'article intitulé ‘‘Clefs pour résoudre le conflit au Honduras’’, se sont révélées justes.

Dans un deuxième temps, l'accord implique une reconnaissance et un triomphe du dialogue, en tant que mécanisme permettant d’aller vers la paix, et une défaite des formes violentes promues par la dénommée Résistance hondurienne et par les gouvernements de Chávez et Ortega. Cet Accord Politique vise à rétablir la convivialité entre les citoyens, et prendre le chemin de la paix, la réconciliation et la démocratie.

Dans un troisième temps, le Dialogue de Guaymuras constitue une reconnaissance de la légitimité et de la légalité de toutes les institutions honduriennes, et une concrétisation de la souveraineté du HONDURAS comme nation libre de toutes ingérences indues. De la part de l'ex président Zelaya, cela signifie aussi une confession des irrégularités administratives qu’il a commis, lorsque au paragraphe 1 de l'accord, il reconnaît expressément il n'a pas rempli l’obligation qu’il avait de transmettre au Congrès National, le Projet de Budget Général des Recettes et des Dépenses requis par l'article 205, point 32 de la Constitution. De même, le pacte signé reconnaît la légitimité des actions du président Micheletti en signalant que le gouvernement d'unité nationale et de réconciliation qui doit être nommé, fonctionnera sur la base du Budget Général récemment approuvé par le Congrès National, et qui a été élaboré précisément par l'équipe du gouvernement de Micheletti. Il précise en outre que pendant que le Congrès décide de la restitution ou non restitution de Zelaya, le gouvernement d'unité et de réconciliation nationale, sera présidée par Don Roberto Micheletti, car le fait de ne pas avoir stipulé le contraire, il reconnaît indirectement le statu quo actuel.

Dans un quatrième temps, l'Accord prévoit également un solide soutient à la position qu'ont tenu à la fois Président Micheletti, comme tous les Pouvoirs Publics et les Institutions du Honduras, lorsqu’ils affirmaient que l'appel convoquer une Assemblée Nationale Constituante de la manière dont le faisait Zelaya, était inconstitutionnel et en violation de l’ordre juridique interne. L’Accord confirme également l'existence des articles dits de ‘‘pierre’’, ou non réformables de la Constitution, parmi lesquelles, l'interdiction absolue à la réélection présidentielle, pour être violatrice du principe de l’alternance démocratique. Ainsi, les deux parties prirent acte de l’inconstitutionnalité des actions de Zelaya avant les événements du 28 Juin.

Dans un cinquième temps, se reconnaît, comme le proclamait le gouvernement constitutionnel de Micheletti, la pleine reconnaissance des élections générales légalement organisées pour le 29 Novembre, et autorisant la participation des missions d'observateurs internationaux, dont toutes les nations du monde reconnaîtront la légitimité du nouveau Président du HONDURAS. Les appels faits par les partisans de Zelaya, appels consistant à saboter les élections et à les ignorer, peuvent être jetés aux oubliettes.

Dans un sixième temps, se réaffirme la reconnaissance des Forces Armées du Honduras, comme garantes du libre exercice du suffrage universel, et de la surveillance du matériel électoral. De même, ils sont considérés comme une institution à caractère professionnel, apolitique, obéissante et délibérante, sans qu’à aucun moment, ils puissent être blâmés ou accusés, pour une action ayant eu lieu le 28Juin. Un autre triomphe du gouvernement provisoire de Micheletti.

En septième lieu, et en ce qui concerne le point faisant référence à la titularité du Pouvoir de l'Exécutif, les parties reconnaissent la légitimité du Congrès National comme organe représentant de la souveraineté populaire, pour que ce soit lui, qui détermine l'avenir politique du Honduras. Ainsi, les députés doivent d'abord consulter la Cour Suprême de Justice et d'autres organismes, tels que ; le Bureau du Procureur Général, le Bureau du Procureur Général en Chef, le Tribunal Suprême Electoral, et le Représentant des Droits de l'Homme. Ces organes de l’Etat doivent faire un rapport sur la légalité ce qui s'est passé le 28 Juin ; et après avoir reçu tous ces rapports, le Congrès devra se réunir en cession, et discuter en vertu de la Loi et de la Constitution du Honduras, s’il accepte ou non, le retour de Monsieur Zelaya à la présidence de la République. On observe clairement que le Congrès n'est pas obligé de réintégrer Zelaya dans ses fonctions, pas plus que d’accepter la rétroactivité de la situation politique du pays. Le Congrès doit examiner les rapports des différents organes de d'État, qui doivent ratifier ce qui a déjà été décidé comme constitutionnel, a savoir, la succession présidentielle, puis valider ou confirmer sa décision rendue le 28 Juin.

Ce sera une session historique pour le Honduras et le monde entier, durant laquelle, les députés devraient donner une fois de plus une leçon de civisme et de démocratie aux autres peuples, notamment, ceux gouvernés par des despotes corrompus. Le vote doit être obligatoirement public, oral et individuel. Chaque député devra à voix haute s’identifier en donnant ses nom, prénoms, parti politique auquel il appartient, et devant les caméras de télévision, il devra dire s’il vote en faveur de la dignité et de la démocratie de son peuple, ou, si au contraire, il le trahit, et vend sa patrie au communisme international et au trafic de drogue. Ce vote devrait être fait en toute conscience, et non pour de l'argent. Le peuple sera attentif, et saura faire payer toute trahison, au moment des élections. Les députés feront preuve publiquement de leur honorabilité et leur décence.

Il est important de souligner, que le Congrès n'a pas de limite de temps pour prendre cette décision importante, car les démarches administratives des consultations préalables, pourrait entraîner que cette réunion puisse parfaitement avoir lieu, bien après les élections générales qui seront reconnues par la communauté internationale, et qui ne pourront être suspendues ou bloquées.

En outre, les mots ‘‘Coup d’Etat’’, ne sont écrits dans aucune ligne ou paragraphe de l'accord, ce qui fait qu’il est tacitement reconnu, je dirai même expressément reconnu, qu'il n’y a pas eu de coup d’Etat, qu’il s’agit là de calmer la mauvaise éducation du communisme international, qui ne comprend pas comment fonctionne un véritable Etat de Droit, ayant un réelle indépendance des Pouvoirs.

Huitièmement, avec la signature de l'Accord de Tegucigalpa, toutes les sanctions que la communauté internationale avait injustement imposées au HONDURAS sont levées, et les projets de coopération en vigueur, sont relancés. C’est là qu’a triomphé la sagesse proclamée par le gouvernement de Micheletti et le peuple hondurien, et qu’a été vaincu la position cruelle et antipatriotique de Zelaya et Patricia Rhodes, qui réclamaient à hauts cris l'étranglement économique du HONDURAS, alors que cyniquement ils sollicitaient la libération de la dictature communiste de Cuba.

Neuvièmement, une commission de vérification de l'accord est désignée. Celle-ci doit respecter la Constitution hondurienne et les lois internes. Il est également exigé de la communauté internationale, le respect de la souveraineté de la République du HONDURAS, et le principe de non-ingérence dans les affaires internes d’autres Etats. C'est un coup dur pour les pays qui violant les traités internationaux, cherchèrent à violenter la souveraineté hondurienne, par laquelle Zelaya lui-même remet en question le jeu du Brésil et du Venezuela dans le conflit du Honduras.

Dixièmement, se créée une Commission de la Vérité pour clarifier les événements s’étant déroulés avant et après le 28 Juin 2009.

Onzièmement, se défini au 27 Janvier 2010 la date improlongeable du transfert du gouvernement au Président nouvellement élu, ce qui écarte toute possibilité d'allonger la durée de gouvernement dans le cas où Zelaya serait restitué au pouvoir, comme le revendiquaient ses partisans.

En conclusion, nous pouvons affirmer catégoriquement que l'Accord souscrit fut un triomphe des facteurs démocratique dirigé par le Président Constitutionnel Roberto Micheletti, et une défaite tonitruante de l'axe du mal, dirigé par Hugo Chávez et ses marionnettes internationales, qui prétendaient ignorer la Constitution hondurienne et la légitimité de toutes ses institutions, et plus encore, lorsqu’ils prétendaient affaiblir la souveraineté catracha. Espérons que le monde respecte l'Accord et ne permette pas son sabotage.

Maintenant c'est au peuple hondurien de démontrer son attachement à la démocratie, en allant voter massivement le 29 Novembre et fêter avec enthousiasme ce triomphe de la démocratie. Le HONDURAS marque un nouveau jalon dans l'histoire de l'humanité, et s'impose comme le drapeau de la liberté et de la dignité, en donnant un Cours Magistral de Droit Constitutionnel ainsi qu’un exemple de morale et de civisme. VIVE LE HONDURAS Patrie des Héros libertaires!

Maitre Álvaro Albornoz


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